jueves, 4 de junio de 2009

- ¿Por qué lloras?
- Porque echo de menos algo.
- ¿El qué?
- Mi corazón.
- ¿No tienes corazón?
- No, una vez se lo di a alguien para que me lo guardase y nunca me lo ha devuelto.
- ¿Por eso tienes esa cicatriz en el pecho?
- Si.
- ¿Y por qué no se lo pides de vuelta?
- Porque lo hice, pero él lo cogió y lo tiró al suelo para pisotearlo.
- Yo te regalo el mío si quieres. No lo necesito, y muy a menudo me hace daño.
- No, cielo, quédatelo. Pronto lo vas a necesitar.


No hay comentarios: