jueves, 4 de junio de 2009

el mejor día de la semana para cometer errores a la una de la tarde.
Errores como:


No te digo que te espero, que te quiero [un poco menos, pero te quiero al fin]. Que como ser humano te admiro, muchísimo. Que te entiendo, y no quiero molestarte, pero hay algo de vos que me hace falta [mucha falta]. Y ese algo, en sí, sos vos entero, bipolar, completo, cerca, atento, preocupado, semi-enfermo. Y un beso.


No digo que me preocupas muchísimo y quiero que estés bien, no por mí, lo quiero por vos. Que considero que vale la pena esperarte, no importa hasta cuando, no importa hasta cuanto. Importa [sí, y mucho] saber si a vos te importa esto [es decir, yo], o eso que dijiste que había [es decir, nosotros]. Pero no te pregunto nunca lo que de verdad necesito preguntar. Ni lo que de verdad pienso, siento, quiero. Me quedo callada y no te digo que me duele más de la cuenta. ¡Qué esto es pésimo y vos un supra-estúpido! ¡Y yo todavía más estúpida! [¿Por qué?] Porque tengo un gran, firme y muy seguro hilo de esperanza [ me queres. voy a verte de nuevo. vas a volver.... volver... volver... volver. Conmigo].


Y lo mantengo por si las dudas mañana necesito ahocarme.

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