viernes, 21 de agosto de 2009

Si hay una cosa que amo en esta vida y que no es material es: ver, escuchar y sentir la lluvia caer, siento que me aliviana los problemas, el aire frío, las gotas de agua dulce me liberan y se asimilan a una dulce melodía en mis oídos. Hay veces en que desearia ser lluvia para caer libremente... otras veces es una excelente comparación para mi estado emocional. La lluvia es muy parecida a la gente, solamente por el hecho de caer una gota en un gigantesco mar, son todas iguales, una gota puede ser más gruesa, pero es solo eso... una gota que cae y cuando pasa esto no da diferencia de los demás.

La lluvia siempre se le asocia a la soledad y a la tristeza, sentimientos de oscuridad, pero yo pienso que no es así, por lo menos a mi me insipira para hablar y escribir acerca de cualquier sensación, ya sea felicidad comprimida o una angustia interminable.

Me recuerda a muchos días que siempre están en mi mente, esos días en que yo observaba sin mirar...

Amo la lluvia:
Porque puedo saltar en posas.
Porque puedo jugar en ella.
Porque dar un beso con lluvia es lo más romantico que existe.
Porque puedo llorar y todos me verán igual.
Porque puedo esconder mi cara en mi bufanda.
Porque puedo mojarme y no me retaran por hacerlo.
Porque es una fría y satisfecha sensación.
Porque es una buena compañia para las caminatas solitarias de la noche.


Que la lluvia se lleve los malos pensamientos, los malos recuerdos, las malas vibras, tu hipocresía, así mañana será un nuevo día...

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