viernes, 21 de agosto de 2009

Me siento tan vacía, una parte de mi se perdió ayer... me embarga todo sentimiento asociado a la tristeza. ¿Tan ciega soy?. Sospeché siempre pero incredulidad era (y es) más grande, ¡aún así no lo asimilo!.

¿Qué voy a hacer?
¿Por qué tengo que cargar con estas cosas?
¿Mi conciencia estallará?


Quiero llorar y salir corriendo a gritar, pero nadie me entendería ni mucho menos me creería. No gano más que odio y desconfianza de uno de los seres que más me adora en su vida. Quizás exagere, ¡pero esto es demasiado para mí! ¿PORQUÉ ME ENTERO DE ESTO?, no se supone que tú...

Me da hasta miedo escribirlo porque sé que puedes leer esto.

Mi mente comenzó a trabajar de una manera que no la controlo, Articulo preguntas que podría hacerte, pero sé que no querrás responder y negaras todo. Como siempre.

De a poco gano odio hacia esa persona (leen bien, odio) asco, REPUGNANCIA (eso también lo leyeron bien) quisiera aplastarlo como a un bicho y que en un instante no exista más, pero en el fondo mi corazón de lamenta porque sabe que no tiene la culpa.

No puedo hablar, lo sé yo y estas cuatro paredes de mi habitación, No tengo el valor para mirarte a la cara. Quiero que me golpeen para poder olvidar, pero nada hará que se vaya de mi mente lo que vi. No puedo decirle a n a d i e. Tú no lo sabrás, lo hago por tu bien y por el mió mentalmente.

Peco de tonta, no sé que es mejor tirarme de un décimo piso o un consejo de alguien, sea lo que sea no importa lo que haga ni menos lo que diga, alguien saldrá lastimado.





De a poco me consumo, no quiero saber el final de todo esto.

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