viernes, 21 de agosto de 2009


Odio como me hablas y tú forma de conducir. Odio tu corte de cabello y lo que llegue a sentir.
Odio tus espantosas botas, y que me conozcas bien. Te odio hasta vomitar; que bien va a rimar. Odio que sepas pensar, y que me hagas reír. Odio que me hagas sufrir. Odio tanto estar sola, que no hayas llamado aún, pero más odio que no te pueda odiar aunque estés tan loco, ni siquiera un poco, lo he de intentar. Odio como me tratas y que seas mi razón de vivir. Odio que sepas que te amo y disfrutes haciéndome sufrir. Odio tus ojos cuando me miran a mí. Odio tu boca que nunca he de besar. Odio que seas el primero en el que pienso al despertar y ni un instante te puedas alejar. Te odio porque me enseñaste a amar.


No hay comentarios: