lunes, 24 de agosto de 2009

Me deseas mal pero únicamente tú eres la que no tiene nada... vives en un mundo lleno de apariencias, me maldices y deseas mi muerte, pero a mi no me llega ya que te prefiero lejos de mi, con tus palabras no me haces daño, pues ni si quiera eres tu la que me hace saber lo que piensas; si no, Tú entorno, no sabes con quien te metes... suena ha amenaza pero... alejate de mi, puede que no hablemos pero te escucho, y si tú haces algo, seguiré en lo mio pero con la cabeza en alto y con orgullo de no ser yo la que te devolverá la mano. Sin embargo todo se devuelve, tarde o temprano, por muy bueno o malo que sea. Entonces yo estaré... igual y con más ganas de ser alguien mejor, y tú, bueno tú seguiras hundida como siempre.

Recordando que el derecho de vivir según pensamos y sentimos, también ampara a quienes nos rodean.

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