lunes, 26 de octubre de 2009

Hacía tiempo que no distinguía el amor del capricho, los sueños del deseo, ni la estabilidad de la pasión. Sus confesiones de amor ya no tenían valor, puesto que un día se mostraba enamorada para estar sin ilusión al día siguiente. Su corazón se había vuelto terrorista y muy poco verosímil... era inconsecuente más bien. Aparentaba estar en una continua búsqueda del típico recuerdo de amor que aún hoy seguía teniendo implícito... pero todo ello de manera inconsciente.

Han sido muchos los hombres que hasta la fecha lo habían intentado y muchas las oportunidades que ella brindó de volverse a enamorar, pero ninguna con éxito.
Ahora sus sentimientos vuelven a estar en aumento... pero teme intoxicarse de una droga que no esté acondicionada a acompañarle tanto como ella quisiera/deseara/necesitara.

Mejor sería que en esto de las relaciones, los sentimientos no fueran un problema sino una gratificación. Que el siempre tomara verdadero rumbo, y ser eso de toda la vida restante. Que sus compases fueran bailados más a menudo, que sus historias terminaran siempre hablando de ser feliz. Que perder la cabeza fuera siempre lo debido. Y lo incorrecto se malograra y dejara de latir.

Mejor sería que le informara que está tan enfermo como ella y que desea curarse en sus brazos con dosis máxima de besos.

Ojalá sea ése el camino correcto.
Ojala no tenga que desintoxicarse de este veneno ella sola...



El teléfono se desmayó
al ver que eras tu quien me llamaba*




Y me quedaré con un...
"ojala se cumplan tus sueños
pues los sueños a veces se cumplen"

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