domingo, 7 de febrero de 2010

No tengo nada, absolutamente nada que esconder,
tengo confianza y tengo valores como para decir las cosas de frente, sin caer en lo vulgar.


Me dan risa los anónimos y cuán ignorancia muestran en ellos.
Tan fácil que es distinguir de dónde vienen. No tengo tantos enemigos ni mucho menos tanta gente envidiandome... es fácil saber quién está detrás de toda esa blasfemia.
"jÁ jÁ jÁ"
Como la lela que apenas tengo una entrada corre a leerla y le pregunta a mi ex-novio que, qué quiero decir en el tercer renglón. Y todo porqué cree que aún tengo un romance a escondidas con él...
Si supiera que lo mejor de eso, fue que me mandará msj mientras yo estaba en clase, pidiéndome que si podía caminar con ella... sólo porque creía que yo podía entenderla. ¡Qué pendejaza!
Tremendo malestar que me provoca y... ¿Entenderla yo? ¿Qué puedo yo entenderle? Nunca he cruzado, ni me he acercado al menos a la línea de semejante ejemplo de arpía, nunca me he enfermado de celos a tal grado...



¿Con cuántos tipos he salido, con cuántos me he besado, a cuántos he mencionado aquí?... Qué si soy lesbiana, ninfomana, bisexual, heterosexual, asexual, es mi puto problema.

O acaso va a resolver mis problemas,
déjate de hacer la que adivina mis entradas, mis problemas, mis citas a ciega,
si estoy fea, gorda, si soy analfabeta. ¿Te importa?
parece que sí. ¡Púdrete mejor!



Y entonces acá, todo sigue igual.

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