miércoles, 29 de abril de 2009

Tu belleza es atípica, tan dulce y trascendente. Se encuentra más allá de lo increíble, pero yo logré alcanzarla.
Sos una luz que brilla incansablemente a mi alrededor. Una luz tan blanca y brillante que no me deja ver absolutamente nada; me ciega por completo, pero yo sé que todo aún permanece aquí: sobre mis pequeñas manos que sostienen tus caricias; danzado entre mis dedos entrelazados a los tuyos; ahogándose dentro de tu abrazo; sobreviviendo dentro de nuestro abrazo, respirando el aroma de tu piel. Tus mirada en mis ojos, derramándose. Mi sonrisa en tus labios, desarmándose.

Ahora todo está donde debe estar: Todo está en vos.

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