miércoles, 4 de noviembre de 2009

''¿Me has cambiado por el tequila? No te lo recomiendo: No llama, no escribe, y el despertar es horroroso.''

Acabo de darme cuenta de que la felicidad no está en las cosas que planeas, sino en las que no ves venir; y tú has sido como una descarga enorme, de esas que te da de pleno.

Has conseguido que deje de quejarme por las arrugas templadas de las sábanas, por las fotos que te empeñas en hacerme mientras estoy en la cama y por morderme la nariz.

Las luces de los coches entraban por las ventanas, convirtiendo el suelo de barniz en un estanque de caramelo. Nuestros cuerpos dejaron de desplazarse, dejaron de hacer el amor e hicieron alma. Hablamos de la pérdida de tiempo en tu habitación, de las cosas que nos quedan por pasar y de como el pasado fue tan fácil de encerrar en una caja con un par de post-it, dos fotos y algún recuerdo; y de como nuestro futuro necesitará un camión cisterna para guardarlo.

- Gracias por volver de nuevo.
- Esta vez es para quedarme.
-¿Para siempre?
- Sí.

No hay comentarios: