martes, 22 de diciembre de 2009

Quiero dormir a tu lado y hacerte las compras y cargarte las bolsas y decirte cuanto me gusta estar con vos pero me siguen obligando a hacer estupideces y quiero jugar a las escondidas y regalarte mi ropa y decirte cuanto me gustan tus zapatos y sentarme en el borde de la bañera mientras te das un baño y hacerte masajes en el cuello y darte besos en los pies y llevarte de la mano e irme con vos a cenar y que no me importe que comas de mi plato y hablar del día y tipear tus poemas y llevar tus cajas y reírme de tus paranoias y regalarte discos que nunca vas a escuchar y ver películas malas y ver películas buenísimas también y sacarte fotos mientras dormís y te pega ese sol que entra por la ventana y levantarme a prepararte café con tostadas y salir con vos a tomar un café por ahí en medio de la noche y dejar que me robes los cigarrillos y que nunca tengas fuego y contarte lo que vi la otra noche y acompañarte al oculista y no reírme de tus chistes y desearte por la mañana pero dejarte dormir un poco más y mientras mirar las eternas espirales de tu pelo y acariciarte y decirte cuanto me gusta tu espalda, tus ojos, tus labios, tu pecho, tu cuello.
Y sentarme a fumar en la vereda hasta que vos vuelvas y preocuparme cuando te atrasás y asombrarme cuando te adelantás y regalarte girasoles y otras flores e ir a tu fiesta y la de tus amigos y bailar hasta no poder más, y estar triste cuando me equivoque y feliz cuando me perdones y mirar tus fotos y desear haberte conocido desde siempre y tener mucho miedo cuando te enojes y se te ponga un ojo de un color, el otro de otro y se te caiga el flequillo para un costado y tengas esa cara y decirte estás precioso y abrazarte cuando estés ansioso y abrazarte más aún cuando sufras y desearte sólo con olerte, y que huela a tu perfume por todos lados y piense en encontrarte y gemir cuando esté a tu lado y gemir cuando no esté a tu lado y envolverte toda la noche y sentir frío cuando me quites la sábana y sentir calor cuando no lo hagas y derretirme cuando sonrías y desintegrarme cuando rías, no entender por qué crees que te estoy rechazando cuando no te estoy rechazando y preguntarme como podés pensar que yo sería capaz de rechazarte a vos y preguntarme quién sos pero aceptarte igual y escribirte poemas y preguntarme porqué no me creés y tener un sentimiento tan profundo que no encuentro palabras y querer comprarte un gatito y sentir celos por él cuando reciba mas atención que yo y retenerte en la cama cuando te tengas que ir y llorar como llora un bebé cuando finalmente te vayas y pedirte que te cases conmigo y que me digas que no otra vez pero continuar pidiéndotelo porque aunque vos creas que no es en serio siempre fue en serio desde la primera vez y deambular por toda la ciudad pensando que sin vos está vacía y querer todo lo que querés y pensar que me estoy perdiendo a mi misma y saber que con vos estoy a salvo y contarte de mi misma lo peor e intentar darte lo mejor porque vos lo merecés, contestar tus preguntas cuando prefiera no hacerlo y decirte la verdad cuando en realidad no quiera e intentar ser honesta con vos porque vos lo preferís y pensar que todo se acabó pero aferrarme allí durante diez minutos más hasta que me heches fuera de tu vida y te olvides de quién soy e intentar acercarme a vos otra vez porque es hermoso aprender a conocerte y el esfuerzo vale la pena y hablarte mal en inglés y peor aún en francés y hacer el amor con vos a las tres de la madrugada y de alguna, de alguna manera comunicarte algo de este amor arrasador, abrumado, incondicional, omnipresente y sempiterno que libera la mente y enriquece el corazón, este amor eterno y presente que siento por vos.

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